Esta estrategia fue creada por el activista político Robert "Bob" Whitaker quien lo denominó "El Mantra", como una metáfora o analogía a la función de los mantras utilizados en las antiguas tradiciones arias de la India.
Se diferencia del eslogan ya que éste se trata de un lema breve, sencillo y original que representa o caracteriza a una idea, marca, producto o empresa (ya sea comercial o política) y no tiene como propósito condicionar psicológicamente, mientras que el mantra no necesariamente tiene que ser breve, sencillo y original, además de que no es estático.
Existen dos tipos de covidianos:
Este programa es en realidad un programa muy viejo que data de los días de la Inquisición, incluso mucho antes, y que simplemente está actualizado. Es exactamente el mismo programa que fue usado por la Iglesia (poder político dominante de aquella época) para cazar, perseguir y silenciar a toda oposición calificándola con las etiquetas ad hominem de "hereje", "bruja", "blasfemo", "adorador de Satanás", etc., sólo que ahora las etiquetas usadas por el poder político dominante son "racista", "intolerante", "xenófobo", "homófobo", "machista", "nazi", "fascista", "nazifascista", "supremacista", "antisemita", "ultraderechista", etc. y la gente ha sido "entrenada" para "activarse" y reaccionar ante un estímulo particular que "el sistema" ha definido como "hereje" con su propia terminología y que la gente continúe etiquetando reactivamente con esas palabras a dichos estímulos. Este principio se conoce en psicología como "condicionamiento operante", desarrollado por el psicólogo B. F. Skinner en el s. XX. Señalar a alguien con dichas etiquetas no dice nada sobre lo que los "herejes" realmente dicen o piensan, pero dice muchas cosas sobre quienes las usan.
El término «mantra» proviene del sánscrito y significa 'liberador de la mente'; está formado por manaḥ ('mente') y trāiate ('liberación'). (escrito तन्त्र en devanagari) y tradicionalmente se refiere a las sílabas, palabras o frases sagradas de origen sánscrito que se repiten para invocar a un dios o como apoyo para meditar o para formar un sonido capaz de transformar el entorno.
En este caso, un mantra es una palabra, frase, verso, secuencia o discurso que lleva un mensaje específico y que se repite constantemente para reafirmar un concepto y condicionar psicológicamente a una persona. Usando técnicas de Programación Neurolingüística, esta frase está compuesta especialmente de palabras destinadas a afirmar lo que es evidente y exponer los puntos débiles y las contradicciones del pensamiento dominante que está conduciendo al genocidio.
El Mantra funciona a múltiples niveles y es totalmente dinámico, puede ser aplicado en situaciones de la vida real y no sólo en Internet. Los mantras no son frases estáticas e inmutables, sino que pueden variar y construirse dependiendo de las circunstancias y el tema de conversación, e incluso pueden ser introducidos en imágenes, animaciones y pistas musicales.
Se diferencia del eslogan ya que éste se trata de un lema breve, sencillo y original que representa o caracteriza a una idea, marca, producto o empresa (ya sea comercial o política) y no tiene como propósito condicionar psicológicamente, mientras que el mantra no necesariamente tiene que ser breve, sencillo y original, además de que no es estático.
Bob Whitaker ha trabajado con estos mensajes durante décadas, incluso estuvo involucrado en la propaganda antisoviética que apuntaba a sus contradicciones, cuestionaba su doctrina y que finalmente logró derrumbar sus cimientos filosóficos. Sin embargo, sólo hace unos años que su mensaje ha empezado a calar en algunos activistas y cada vez más y más personas están utilizando su estrategia. Sobre la base de su propia experiencia política durante la administración de Ronald Reagan, la idea de "El Mantra" de Robert Whitaker es que un mensaje consistente repetido constantemente es una estrategia probada que puede ser aplicada para cambiar la mentalidad de las personas que con sus ideas están apoyando directa o indirectamente el genocidio.
Este cambio de ideas y paradigmas bien puede ser gradual o por medio de lo que en psicología se conoce como insights. Un insight es un "destello" repentino sobre la realidad, y al ser experimentado es descrito como si "se quitara una venda de los ojos", por lo que implica una elevación de la conciencia que lleva a cambios en la conducta de los sujetos, ya que afecta no sólo la conciencia de sí, sino su relación con respecto al resto. Para explicar esto puede utilizarse la metáfora de las "personas dormidas" y las "personas despiertas".
Este cambio de ideas y paradigmas bien puede ser gradual o por medio de lo que en psicología se conoce como insights. Un insight es un "destello" repentino sobre la realidad, y al ser experimentado es descrito como si "se quitara una venda de los ojos", por lo que implica una elevación de la conciencia que lleva a cambios en la conducta de los sujetos, ya que afecta no sólo la conciencia de sí, sino su relación con respecto al resto. Para explicar esto puede utilizarse la metáfora de las "personas dormidas" y las "personas despiertas".
Un covidiano que no está consciente de serlo o una persona que no entiende la cuestión sobre La estafa pandemica es como una persona que está dormida; no sabe que está soñando y cree que lo que sueña es la realidad. Sólo cuando logra despertar puede darse cuenta de que lo que estaba soñando no era real, lo que es un proceso es irreversible, es decir, no se puede retornar al estado de conciencia anterior porque ya no tiene sentido.
El programa Plandemico
Existen dos tipos de covidianos:
- Conscientes. Los que saben perfectamente que son covidianos y tienen toda la intención de serlo. Una élite minoritaria que ha diseñado el "programa pandemico". "Los amos y agentes del sistema".
- Inconscientes. Los que no tienen intención de serlo y no saben que lo son. La mayoría de la gente, aunque cada vez menos. No son malas personas, sólo están siendo utilizados y probablemente creen que lo que hacen es lo correcto. Fungen como "los siervos del sistema".
Este programa es en realidad un programa muy viejo que data de los días de la Inquisición, incluso mucho antes, y que simplemente está actualizado. Es exactamente el mismo programa que fue usado por la Iglesia (poder político dominante de aquella época) para cazar, perseguir y silenciar a toda oposición calificándola con las etiquetas ad hominem de "hereje", "bruja", "blasfemo", "adorador de Satanás", etc., sólo que ahora las etiquetas usadas por el poder político dominante son "racista", "intolerante", "xenófobo", "homófobo", "machista", "nazi", "fascista", "nazifascista", "supremacista", "antisemita", "ultraderechista", etc. y la gente ha sido "entrenada" para "activarse" y reaccionar ante un estímulo particular que "el sistema" ha definido como "hereje" con su propia terminología y que la gente continúe etiquetando reactivamente con esas palabras a dichos estímulos. Este principio se conoce en psicología como "condicionamiento operante", desarrollado por el psicólogo B. F. Skinner en el s. XX. Señalar a alguien con dichas etiquetas no dice nada sobre lo que los "herejes" realmente dicen o piensan, pero dice muchas cosas sobre quienes las usan.
Los marxistas culturales han denominado con estas etiquetas a cualquier actitud por parte de las poblaciones europeas que busque defender su supervivencia como pueblos. Lo que han hecho durante las últimas décadas, desde el movimiento marxista del 68, planificado por la Escuela de Frankfurt, ha sido decir que todos los blancos y sólo los blancos son racistas, y puesto que el sistema dice que los racistas deben desaparecer, entonces quienes realmente deben desaparecer son los blancos. La etiqueta "racista" nunca fue pensada para ser aplicada a negros, a judíos o a cualquier otro grupo, y mucha gente se ha dado cuenta de que ha sido engañada, utilizada, manipulada y se está enfadando. Pero su enfado y sus reacciones violentas, completamente instintivas y naturales, es lo que el programa finalmente busca provocar para confirmarse a sí mismo y adquirir inmunidad.
La violencia causada por un pro-blanco enfadado por conocer la verdad alimenta y fortalece al programa antiblanco, aunque detrás de todo no exista razón alguna para ello, porque dicha autoconfirmación se basa en mentiras. Para evitar esto, la estrategia de "El Mantra" sugiere que cuando a un blanco se le llama "racista" (o cualquier otra etiqueta), la única respuesta por parte de éste debe ser:
Según tu opinión soy racista. Sólo dices eso porque soy blanco. Antirracista es una palabra en clave para antiblanco.Esta técnica puede ser usada por cualquiera que quiera luchar contra el racismo antiblanco, no importando si es africano, asiático o de la raza que sea. Su finalidad es apoyar a la gente blanca y resistir al genocidio blanco, genocidio que es completamente a prueba de resistencias armadas. En este caso la respuesta de una persona que es no-blanco y a la vez pro-blanco puede ser:
Según tu opinión, él es racista. Sólo dices eso porque él es blanco. Antirracista es una palabra en clave para antiblanco.Esta respuesta no es una argumentación, no se pretende debatir con un fanático y dogmático, sino que su finalidad es sólo exponer una idea (un meme positivo) cuya finalidad es simplemente "desprogramar" al sujeto mostrando lo evidente y las contradicciones o hipocresías del pensamiento dominante.
Esto evita caer en discusiones que generalmente no llevarán a ningún lado, por más sólidos y veraces que sean los argumentos que se presenten, el debate no funcionará y será sólo una pérdida de tiempo ya que el programa implantado en el antiblanco está hecho y pensado especialmente para servir como un dogma que no puede ser cuestionado bajo ningún motivo: siempre surgirán excusas y pretextos por las que "el antiblanco o covidiano siempre tendrá la razón" y "el pro-blanco nunca tendrá la razón".
Por lo tanto, el Mantra en realidad no pretende convencer a los antiblancos y covidianos de nada, sino exponerlos públicamente como los psicópatas pro-genocidas que son. Si el antiblanco reconoce su odio y se niega a recapacitar, se debe hacer que exprese ese odio tantas veces como sea posible. Cuanto más explícito mejor. No estamos hablando para los antiblancos, sino para el público. Los antiblancos son en realidad sólo nuestra herramienta para que el público se dé cuenta finalmente de las contradicciones de los antiblancos, de su odio, de su verdadero rostro.
Por lo tanto, el Mantra en realidad no pretende convencer a los antiblancos y covidianos de nada, sino exponerlos públicamente como los psicópatas pro-genocidas que son. Si el antiblanco reconoce su odio y se niega a recapacitar, se debe hacer que exprese ese odio tantas veces como sea posible. Cuanto más explícito mejor. No estamos hablando para los antiblancos, sino para el público. Los antiblancos son en realidad sólo nuestra herramienta para que el público se dé cuenta finalmente de las contradicciones de los antiblancos, de su odio, de su verdadero rostro.
Extraído de
http://alto-genocidio-blanco.blogspot.com/2015/12/operacion-mantra.html?m=1
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