El servicio de seguridad israelí Shin Bet detuvo y deportó a un
profesor judío americano que es un destacado crítico de la ocupación
israelí cuando aterrizó en el aeropuerto internacional Ben-Gurion el
pasado viernes.
retenido en una celda del aeropuerto antes de ser montado en un avión
con destino a Amsterdam, su punto de partida. Finkelstein dice que le han prohibido regresar a Israel en los próximos 10 años.
El Shin Bet dijo que Finkelstein "no está autorizado a entrar en
Israel debido a las sospechas que pesan sobre él de implicación con
elementos hostiles en el Líbano" y por "no haber dado a sus interrogadores respuestas satisfactorias para despejar dichas sospechas".
Sin embargo, a través de correos electrónicos y de entrevistas telefónicas mantenidas con Haaretz después de su expulsión a Amsterdam, Finkelstein afirma que "Hice
todo lo que posible para proporcionar respuestas absolutamente francas
y amplias a todas las preguntas que me hicieron. Estoy seguro de que no
tengo nada que ocultar. Aparte de mis opiniones políticas y del trabajo
académico que las sustenta, por desgracia no hay mucho más que decir
sobre mí, ni misiones suicidas ni citas secretas con organizaciones
terroristas. Siempre he apoyado una solución de dos Estados basada en
las fronteras de 1967. No soy enemigo de Israel".
Finkelstein visitó el Líbano, donde se reunió con activistas de Hezbolá, publicando después varios artículos.
Finkelstein, de 55 años de edad, ha acusado a Israel de explotar el Holocausto con fines políticos. Abandonó recientemente la Universidad DePaul debido a la presión
ejercida contra él por organizaciones judías y por particulares, entre
ellos el profesor Alan Dershowitz.
También dijo en la entrevista que se dirigía "a Palestina para ver a uno de mis más antiguos y queridos amigos, Musa Abu Hashhash".
Finkelstein dice que le preguntaron si se había reunido con Al Qaida,
si había sido enviado a Israel por Hezbolá y cómo pensaba financiar su
estancia en Israel.
"Me retuvieron en una celda del aeropuerto durante aproximadamente
24 horas. No era un hotel belga pero tampoco era Auschwitz. Pasé varios
momentos desagradables con los guardias en el aeropuerto y en la celda,
pero como el martirio no es mi objetivo en esta vida prefiero ahorrar
los detalles", dijo Finkelstein. Afirmó que finalmente pudo
utilizar el móvil de otra persona detenida, y que con él llamó a un
amigo con el que había planeado reunirse en Israel, el periodista Allan
Nairn, quien a su vez avisó al abogado Michael Sfard. Sfard se reunió
con Finkelstein y le dijo que podía apelar la prohibición, pero
Finkelstein le dijo que ha estado en Israel por lo menos 15 veces y se
negaba a apelar.
El sábado Sfard declaró que la prohibición de Finkelstein de entrar en el país "recuerda el comportamiento de los países del bloque soviético".
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