Por Ramón Landajo, Un hombre de Perón.
Como para querer justificar en algo esta realidad que vivimos dentro del Movimiento Peronista, – lo que no es nada nuevo – la camarilla que se ha adueñado de los símbolos, que han usado y usan al General Perón y a Evita permanentemente para sus propios beneficios, los que se rasgan las vestiduras diciendo cumplir con aquello que es base y fundamento doctrinario, los que usando a los punteros profesionales, simples mercaderes que aparecen como sanguijuelas en períodos supuestamente electorales libres, etc. etc., siguen con el accionar avieso que tiene origen en aquellos días posteriores a la “revolución libertadora”.
El “peronismo” que predican dirigentes que han traicionado repetidamente a sus compañeros militantes, a los que han sumado infiltrados que con prontuarios delictivos y de los otros, llegan con ansias de satisfacer ambiciones personales, contando con jugosas sumas para promocionarse como “apóstoles o profetas” en los medios mercantiles de la prensa oral, escrita o televisiva, continúan con la acción depredadora de todo sentimiento mayoritario que guarda la fe y la esperanza en el resurgir de nuestro Movimiento, pero ocultando la verdadera intención que es desprestigiar lo auténtico del Peronismo, crear dudas y fomentar la desesperanza de un pueblo, que está harto, perdonen la expresión, que lo violen en todo sentido.
Se que transito el último tramo de la vida, enfermo y cansado, pero sigo en la trinchera que me ordenó mi General Perón que defendiera, tal como él lo hiciera, ofrendando su vida cuando al regresar, sufrió más desengaños que en aquellos años que compartimos en el destierro, al ver que adueñados de las estructuras del Peronismo, estaban los que servían a los mismos intereses bastardos de la original Unión Democrática a la que supimos derrotar, llevando en el primero y segundo gobierno Peronista que presidió, a hombres y mujeres de capacidad, talento, humildad, honestidad y pasión auténticamente nacional y popular.
Traidores y simuladores siempre estuvieron dentro del Movimiento Peronista. Se vestían como “compañeros” y hasta eran en la escena del sainete político y sindical, más peronistas que Perón. Eran los partiquinos del mandante sinárquico que carcomía los cimientos de esa Argentina que crecía y se proyectaba en el mundo, y que era ejemplo para los pueblos del mundo, como paladines de la libertad para los pueblos y el respeto a la soberanía de los mismos.
El Gobierno Constitucional presidido por el General Perón fue permanentemente saboteado por “respetuosos”, aparentemente, autoridades y funcionarios que burlaron la confianza y apoyo que les diera nuestro Conductor, el General Perón, y avalara en vida nuestra Abanderada, la querida Evita, siendo algunos de los “próceres” que algunos aun así los consideran, los que desde las sombras y sus cargos, conspiraron al lado de Lonardi, Aramburu y Rojas, al igual que políticos de la llamada y supuesta oposición, todos saboteadores para que el pueblo argentino, no alcanzara las metas establecidas y fijadas en nuestra Revolución.
Los años han transcurrido, y el esfuerzo de unos pocos, leales y honestos, fieles soldados de la Causa de Perón, que es Patria y Pueblo, ha sido despilfarrados por los delincuentes del ideal, que en la cúpula de nuestras organizaciones, aparentemente enfrentados estos personajes al o los gobiernos de facto o elegidos “democráticamente”, han negociado y entregado la dignidad de los argentinos, a ese travestismo que no pueden ya disimular, mostrando la inmoralidad y la corrupción que tienen el sello con nombres y apellidos que se turnan en el malandrinaje exhibido en la vidriera del cambalache discepoliano.
¡Qué carajo vale decir que somos mayoría, si esa mayoría acepta la burla, el engaño, el saqueo, las violaciones, las opresiones, las traiciones y toda clase de atropellos por parte de unos pocos, que aparentemente enfrentados entre si, dicen ser lo que no dicen con los hechos, con verdades, con honestidad y sentido de patria y pueblo!..
Más de medio siglo ha transcurrido siendo los Peronistas “mayorías”, pero mayorías que hemos dejado que nos condenaran los miserables que dijeron y dicen ser nuestros representantes, negociaran la honra de la Nación y el sometimiento de nuestras familias. Somos mayorías quejosas ante el accionar avieso de esta delincuencia que se ha adueñado de todo, para esclavizarnos, explotarnos y condenarnos a un infierno que es superior al que refleja el Infierno de Dante.
Honestidad, ¿en quien o quienes? Si miramos la realidad de todo cuanto ha acontecido en esta tantas décadas, en las que el pueblo ha sufrido toda clase de burlas y atropellos, donde se ha destruido la integridad moral y patrimonial de los argentinos, donde se han enajenado los bienes y recursos de la Nación, por los mercaderes, que apoyados por escribas y fariseos que disimularon su dependencia, han minado la existencia soberana del país, hoy genuflexo a intereses ocultos del mundo que bien denunciara el General Perón, en esa lucha que dicen pero no participan tantos miserables adueñados del poder y del gobierno.
Con igual sentido y accionar que los “conquistadores” del nuevo mundo, están estos personajes que al igual que el pirata de ojo tapado o el gancho en su perdida mano, son el terror como los piratas que servían con su galeones al escamoteador de turno de aquel feudalismo de los mares y tierras, están esta camándula de políticos que protegidos por sus hacedores de coimeros y asesinos mafiosos de turno, están cumpliendo los planes fijados por el poder sinárquico que está instalado en conocidas metrópolis.
Está plenamente vigente el ANTIPERONISMO, que pretenden disimularlo dentro de una llamada “oposición disidente” o en un inexistente Partido Justicialista, donde juegan intereses personales, pero no los de la comunidad nacional. El kirchnerismo, como lo fueran otros “ismos” de apellidos de personajes de la galería del asco, es más de aquel antiperonismo que nucleaban a las huestes mercenarias encolumnadas primero en la recordada UNION DEMOCRATICA, donde abrazados conservadores, socialistas, radicales, demócratas progresistas o demócratas cristianos, comunistas, trotskistas, socialdemócratas, etc., fueron generadores y parte de las repetidas cuarteladas donde militares sin honra y perjuros, fueron vanguardias asesinas del pueblo trabajador y del pueblo que reclamaba trabajo, paz y justicia.
La CGT ha perdido su fuerza, ante la sumisión de su secretario general Hugo Moyano y la mayoría de ese secretariado, que dividido, no han defendido o defienden los intereses de la clase trabajadora, pero si, salvo contados como el compañero Gerónimo Venegas, no han aceptado las imposiciones del demente y actual diputado, Néstor Kirchner (a) Lupo, que con concesiones, dádivas, y solo mirando las travesuras con uno de sus ojos, ha impuesto esta realidad de hambre, desocupación, salarios miserables, limosnas para los desesperados, y otras cosas más, que son el sello de la miseria y dolor que envuelve a la sociedad argentina.
Un llamado “Partido Justicialista” donde se regordean los farsantes que se dicen “peronistas”, pero son las partes activas de las milicias de las mafias narco, que han sembrado con su accionar protegido por el gobierno, las consecuencias de la destrucción de las futuras generaciones de argentinos, que han instalado la narcoactividad en todo el país, y es sostenido por genuflexos, travestidos, que componen el entorno presidencial en las giras donde dilapidan fortunas para sus excesos y placeres.
Un “congreso” donde viejos y nuevos en la sombra de los despachos o lupanares de turno en “puerto Madero”, acuerdan sus negocios personales o de grupo, o donde fijan papeles dentro del sainete legislativo que habrá de recomenzar pasadas las vacaciones generadas por el “cansancio” de no haber hecho o hacer nada.
Dineros de dudoso origen mafioso o de otras cajas de la corrupción, la venalidad, y del fraude, que vuelcan en la formación disimulada de quienes alimentados por Sendero Luminoso de Perú, las FARC de Colombia, el chavismo del demente venezolano, los beneficios de la libre actividad del narcotráfico que opera desde despachos protectores de figuritas del poder nacional, provincial o municipal, están prontas a actuar, ejercitándose en la ciudad en los llamados piquetes de diaria presencia, o bien programando “saqueos” para crear mayor caos y anarquía.
Una “justicia” de alto respeto y moral, tal el caso del juez Oyarbide, el muchacho del escándalo del sauna, que cede a las presiones del matrimonio y sus acólitos calafateños, para justificar el enriquecimiento de quienes son a mundo vista, los enriquecidos ejemplos de cuanto es y significa el kirchnerismo.
Los PERONISTAS, enfrentamos al ANTIPERONISMO, que tiene nombres conocidos, todos ellos serviles a los intereses de la antipatria. El pueblo aletargado, comienza a despertar. Esperar al 2011, es cuanto unos y otros se han fijado, para mantener vigencia y profundizar grietas en la Argentina, y favorecer con la reacción masiva que provoca la desesperación que generan con desocupados que suman a diario cientos de miles, hambreados con salarios miserables, con robos de recursos que son de los trabajadores en cajas controladas por “contadores” al servicio de la delincuencia, con la creciente inseguridad ante la falta de orden y respeto a las leyes, hacen crecer la decisión que dice: quien no sabe defender sus derechos, merece la esclavitud.
Los PERONISTAS, que es la fuerza del trabajador, debe organizarse, unirse, no dejarse deslumbrar por falsos profetas, que son los “cajetillas y doctorcitos” que señalaba el General Perón. Es la “oligarquía” que supo señalar Evita, integrada por estos falsos ideólogos que diciéndose trabajadores, son de la más rancia formación delictiva, superior a cuanto se puede encontrar en las más peligrosas cárceles y prisiones, donde, el Código que no tienen los políticos, la tienen quienes delinquen con un sentido muy distinto, a los que están en la Rosada, en el Congreso, o en las Gobernaciones o Municipios.
Es hipócrita decir “Feliz Navidad o Feliz Año Nuevo”, mientras millones de conciudadanos sufren hambre, dolor, abandono, y miseria, con niños que no pueden tener un juguete, que no pueden disfrutar de lo que un día para nosotros fue realidad, al igual que esa mesa familiar, donde brindamos con un auténtico sentir humando, de respeto, y con profunda vocación cristiana de Patria y Pueblo.
Diciembre 2009
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