El hijo de Soros reconoce que su padre inunda Occidente de negros para proteger intereses judíos.
En una extensa entrevista al periódico semita The New York Times, el hijo de George Soros, Alex Soros, explica por qué su padre se está gastando su fortuna en abrir las fronteras de Occidente.
Traducción google.
… Alex me dijo que durante muchos años, su padre no había estado ansioso por publicitar su judaísmo porque “era algo por lo que casi lo mataron”. Pero siempre se había “identificado en primer lugar como judío”, y su filantropía fue en última instancia una expresión de su identidad judía, en la que sentía una solidaridad con otros grupos minoritarios y también porque reconocía que un judío solo podía estar verdaderamente seguro en un mundo en el que todas las minorías estaban protegidas. Al explicar los motivos de su padre, dijo: “La razón por la que lucha por una sociedad abierta es porque esa es la única sociedad en la que puede vivir, como judío, a menos que se convierta en nacionalista y solo pelee por sus propios derechos en su propio estado”.
Ni yo lo hubiera explicado mejor.
Alex Soros, como su padre, también promueve los intereses étnicos judíos, atacando al mismo tiempo el tribalismo de los gentiles.
Además, la presencia de múltiples grupos étnicos invisibiliza al mismo tiempo la presencia de judíos. Cuando en tu país hay un 30% de moros, un 20% de negros, un 10% de chinos y un 5% de gitanos, es difícil señalar a los judíos con el dedo. Por eso defienden con capa y espada a todos estos grupos raciales. Porque saben que si la población autóctona logra retirar los derechos de ciudadanía a alguno de ellos, ellos podrían ser los siguientes. De acuerdo a esta lógica, es comprensible que los judíos se hayan erigido como adalides de todas las minorías -excepto cuando la minoría sea blanca-. Como bien dijo Hitler en Mein Kampf, los judíos solo pueden dominar pueblos bastardos.
Otro efecto del mal llamado “multiculturalismo” -nunca se ha dado tal cosa, siempre existe una cultura dominante, el resto compite por ocupar el primer puesto- es la disolución de la identidad étnica de las naciones. En este aspecto, los intereses de la judería internacional coinciden plenamente con la agenda antinacionalista de la UE, interesada en anular las naciones para implantar una especie de Estados Unidos de Europa. La estrecha colaboración entre Soros y la UE debe entenderse teniendo en cuenta sus intereses comunes.
En la entrevista, George Soros revela también sin ningún pudor su sesgo sionista.
George, su hermano y sus padres sobrevivieron a la guerra. Soros dice que salió de la experiencia con una fuerte vena desafiante, un desprecio por el tribalismo y una propensión a ponerse del lado de los oprimidos.
George Soros desprecia el tribalismo.
Eso no le impide, sin embargo, identificarse “en primer lugar como judío”, y emplear su fortuna en promover los intereses étnicos de su tribu por todo el globo.
Y no es el único. Lo hacen sin darse cuenta. Lo podéis comprobar discutiendo con cualquier judío.
El judío es progre de forma instintiva, porque sabe que solo una “sociedad abierta” puede garantizar su impunidad.
En Israel, en cambio, se vuelve neon-nazi. De repente, la diversidad no es tan buena. El apartheid es necesario. El muro es positivo. Y el etnoestado es deseable.
La pregunta que debemos hacernos los pueblos gentiles es la siguiente: si los judíos no nos dejan a nosotros obtener los derechos de ciudadanía en Israel, ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros con ellos en nuestros países? Se encuentran en una clara posición de ventaja.
En el SXIX consiguieron obtener la igualdad de derechos. Con la fundación de Israel, obtuvieron además privilegios. El privilegio de pertenecer a una nación extranjera, y poder interferir en la vida política de países ajenos.
¿Hasta cuándo?