La
fotografía pertenece al Campo de Concentración de Birkenau y fue tomada
el mismo día en que los soviéticos se hicieron cargo de él. Como se
puede observar claramente las personas está sumamente delgadas, casi
macilentas, mal vestidas casi desnudas, digamos que un cuadro
desgarrador del trato bestial que le habían prodigado los salvajes
nazis. Los rostros muy serios son porque esta pobre gente sabía que
habían caído en las manitas de los bolcheviques estalinistas y ahí sí
que iban a saber lo que era la libertad.
La fotografía que sigue concierne a 4.800 prisioneros que los alemanes
dejaron en Auschwitz porque, al estar enfermos, se encontraban
imposibilitados de caminar. Como se puede ver, en su mayoría son
mujeres, al parecer algunas ancianas, que a juzgar por sus rostros se
divertían con el fotógrafo comunista que tomó esta placa el mismo día de
la ocupación del campo. Otra vez los rostros tristes, los cuerpos
desnudos, macilentos y sin una sola pilcha que ponerse. Es un verdadero
horror.
Esta fotografía es una copia de la que consta en el Catálogo Oficial del
Campo de Concentración de Dachau, editado por el Comité Internacional de
Dachau, con sede en Bruselas y, según este documento la fotografía fue
tomada el mismo día en que el campo fue liberado por los
norteamericanos, cuya bandera se encuentran izando. Aquí también se
pueden ver los hombres macilentos, casi al borde de la muerte, desnudos
y si se mira la escena con una lupa se pueden ver los latigazos que les
dieron los nazis de puro maulas que eran. ¡Pobre gente, realmente cómo
ha sufrido! Tiene razón el Presidente de la DAIA. Es la forma en que
vivían estas personas en una Alemania que había sido reducida a cascotes
en un 75%.
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