En el arte de la vigilancia policial, hay un ardid que conocen
bien los lectores de John Le Carré: al sospechoso le sigue un burdo sabueso;
pero se da cuenta de que le siguen los pasos y se las arregla para despistarlo,
se siente feliz porque se siente seguro y fuera de vigilancia. Pero no se ha
dado cuenta de que hay otros detectives más que se le pegan y que lo llevarán
al muere. En términos profesionales esto se llama “seguimiento doble”.
Hace poco, parece que algunos de nosotros se dejaron engañar por
este tipo de maniobra en el caso de una conspiración sionista para infiltrar
Wikipedia. Esta poderosa enciclopedia en la red, que se presenta como tan libre
y abierta que cualquiera puede intervenir allí, creando páginas o modificándolas
a su antojo. El que interviene allí lo hace de forma anónima; su identidad
permanece oculta bajo un seudónimo. Esta regla, aparentemente tan luminosa,
paga un costo, tiene un lado oscuro: con esa garantía de anonimato, un grupo
determinado puede infiltrar alevosamente el sistema, distorsionar el conjunto y
crear una imagen falsificada del mundo, capaz de engañar a millones de personas.
Por lo que estamos viendo, esto es exactamente lo que está sucediendo. .
Con solo tres letras del e-mail ya es suficiente para dar compelto el espacio y ademas con un nombre apellido direccion y telefono ya aparece sin tocar una tecla
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