lunes, 23 de abril de 2007

"Nosotros los alienados", los esclavos, los infelices, los inconscientes.


El
chaval este de los tiros es un mostruo, de lo mejor que nos ha dado el
gran hermano en años. Yo la tele ni la he visto, pero debió de ser
digno de grabarse, porque el chaval tenía caché.



El tal Cho
pasaría por ser uno de los asesinos chalados mas grandes de todos los
tiempos, al lado de los mejores. no he podido evitar el alucinar un
poco al ver sus fotos en los periódicos y en internet, intensamente
fotogénico, perfectamente encuadrado en las fotos, lleno de carisma, un
aunténtico personaje de videojuego.



Su efigie podría llegar a compararse con la del Che Guevara, igual de carismático e igual de vacío.



O no.



El
tal Cho mola mas, asiático en EEUU, marginado socialmente por sus
compañeros, inteligente y tal vez con gran talento, enmierdado hasta
las trancas en medio de la masa descomunal de carne que se mueve
lentamente por los ríos humanos de las urbes industriales. Y digo
lentamente porque da igual que vayas en un coche a 200 por hora que en
realidad poco te mueves del sitio.



El ser humano actual es así. Se pasa los días anhelando que les digan que tienen que cambiar. Es el homo novo,
repite los mismos gestos una y otra vez y no porque Dios lo ordene con
el fluir de los días y las noches sino porque así está establecido.



Este homo novo,
enfermo mental per sé, es incapaz de hacer otra cosa que obedecer, ya
que desde niño así se le ha educado y sometido de forma cada vez mas
eficiente. Este homo novo espera una señal, que alguien de afuera lo
salve.



Algún día se escribiría un manifiesto: "Nosotros los alienados", los esclavos, los infelices, los inconscientes.



¿Acaso hay alguna manera de escapar a todo eso y aprehender el funcionamiento de la maquinaria?



Seamos
serios, el tal Cho es un subnormal, al igual que los suicidas
palestinos, seres patéticos que necesitan de bellas fotos para parecer
alguien. Y la sociedaden la que vivimos nos ha enseñado a asimilar bien
esto: ser es parecer y viceversa.






FUENTE


2 comentarios:

  1. No veo la risa. Otros son unos asesinos y no les juzgan como a este pobre infeliz que tuvo la desgracia de vivir un un mundo mediocre y barbaro. Te cito a mr. bush que ese sí es un asesino; y el pobre Cho Seung-Hui se queda pequeño ante tal monstruo.

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