Algo huele mal en Cuba
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Ahí es donde nos sentimos molestos: ¿cómo es posible que un dirigente que está a la vanguardia del respaldo a los palestinos autorice a uno de los dirigentes del Mossad a ser copropietario de la “fábrica más grande del mundo” para la producción de zumo de naranja, a coordinar inversiones masivas para las empresas israelíes y a edificar el mayor complejo de oficinas y tiendas del país? ¿Acaso no es una incoherencia? ¡Eitan no es un simple ciudadano israelí, si él mismo afirma que todo lo que ha hecho ha sido con vistas a servir el interés de Israel!
Como mínimo, Castro debería proceder a un examen de conciencia. Si “ignora” quién es su interlocutor, alguien puede conseguirle un acceso a internet y en cinco minutos se enterará de todo lo que desee saber acerca de Eitan, y más aún [4]. En el caso de que “ya lo supiese”, la cosa roza lo criminal, pues todo cuanto se hace “en provecho de Israel” tiene graves repercusiones sobre la vida de los palestinos, y se añade a sus padecimientos, en la medida en que Israel no tiene el menor interés en el pueblo palestino. El dinero es importante, no se puede prescindir de él. Pero todo tiene un precio, y ojalá Cuba no haya vendido a los palestinos al mejor postor, como han hecho casi todos los demás países del mundo.LEER MAS
8 de junio de 2007, cuarenta aniversario del hundimiento del buque Liberty, que dió comienzo a la Guerra de los Seis Días
ResponderEliminarEl ABC de 1969 publicó los supuestos diarios de Enrique Ruano
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