martes, 1 de noviembre de 2005

IatroGenocidio


"Para Leonard Horowitz, médico, especialista en Salud Pública, en bio-terrorismo y emergencias por enfermedades, esta conducta de provocar una enfermedad para vender los medicamentos, una enfermedad potencialmente mortal, a una gran cantidad de personas tiene un nombre "iatrogenocidio"




La reducción de la población mundial como objetivo estratégico

El negocio de las profecías autocumplidas

En las últimas décadas, gurúes de diferentes escuelas y orientaciones han coincidido en anunciar que el Fin del Mundo es inminente. La novedad es que quienes se encargan de difundir esta teoría (nada nueva por cierto) pasan por una fauna tan heterogénea que comprende a políticos, economistas, supuestos líderes espirituales, hombres de negocios y militares entre otros.

Desde hace unas semanas, el nuevo Gran Enemigo de la Humanidad se llama H5N1, más conocido como gripe aviaria o gripe del pollo.

Presentado en sociedad a fines del 2003 en Asia, irrumpió en Occidente sin causar víctimas humanas, pero llevando tras de sí una ola de terror, sembrada en primer lugar por la alarmista advertencia de la Organización Mundial de la Salud, que no dudó en hablar de más de 150 millones de muertos en una posible pandemia. Inmediatamente, Jeffrey Tauberguer, Consultor Miembro del Armed Forces Research Institute de los Estados Unidos, comenzó a hablar a través de la CNN sobre el mega operativo que sería necesario montar para atender a los enfermos y muertos (dando como un hecho que la pandemia se produciría en pocos días). Sin embargo, tanto la OMS como el consultor norteamericano y quienes, en perfecta sincronía con los intereses económicos que se mueven detrás de estas tragedias, salieron a hablar, obviaron un detalle que no es menor. Hasta la fecha, han muerto producto de la gripe aviaria, desde fines de 2003, 65 personas en todo el mundo. Las víctimas vivían en Asia donde, debido a la enorme población, las condiciones de salubridad en la mayoría de las ocasiones deja mucho que desear.

En tanto, en las últimas semanas los laboratorios vendieron millones de dosis de vacunas para una cepa de virus que produce gripe....y que aún no existe. Esto sin contar los millones de dólares que les dejó en estas últimas semanas la venta de los medicamentos conocidos que tienen una cierta eficacia al momento de combatir la gripe aviaria en humanos, como el Tamiflu. Si el riesgo de la pandemia, teniendo en cuenta que el virus aún no mutó (al menos oficial y naturalmente no lo ha hecho a la fecha) y no es transmisible entre humanos, hipótesis donde se daría la posibilidad de la pandemia ¿qué es lo que mueve a la OMS, la Unión Europea y los E.E.U.U. a sembrar el terror mediático, creando una pandemia de miedo, ya que no pueden tener la de gripe?

El mensaje ¿es el masaje?





En este caso, el mensaje es "tenga miedo, llega el fin de mundo". La pandemia real que se ha sembrado es de terror, con imágenes que parecen extraídas de películas de ciencia ficción donde hombres y mujeres enfundados en trajes blancos, perfectamente aislados del medio ambiente, se dedican a matar a miles de pollos e incinerarlos, o, en otras versiones, a envasar misteriosas pastillitas en fríos y futuristas laboratorios. Como fondo, la voz en off siempre remarca la posibilidad de millones de muertes por una enfermedad imposible de parar. Ante las declaraciones oficiales y la presión de la opinión pública movida por estas imágenes e informes, los gobiernos han salido desesperados a comprar todas las vacunas contra gripe existentes y también todas las partidas de Tamiflu. ¿Qué es lo que no aclaran los medios? Por ejemplo, que la gripe aviaria afecta a las aves desde hace décadas. Que en diferentes momentos han existido eventuales contagios a humanos. Que la mutación del virus aún no se ha producido. Y que hasta que esta no sea realidad (ojalá no lo sea nunca) no es posible obtener una vacuna. ¿Porqué los medios no son veraces en su gran mayoría al momento de tratar este tema e insisten en cariz dramático y apocalíptico de la situación?

Obviamente, porque para alguien, en algún aspecto es negocio. Y los dueños de ese negocio, suelen ser los socios mayoritarios de los medios o ponen jugosas pautas publicitarias.

Recuerdos del futuro

Los más memoriosos han de recordar un episodio similar, que nos puso en vilo durante varios meses, y que no dejó de ser otro experimento de ingeniería genética: en abril de 2003 el SARS (síndrome respiratorio agudo) llegó rápidamente de Asia a Toronto, causando numerosos casos y mucho, muchísimo pánico. En ese momento se dijo que se trataba de un "supergermen" mutante. Las investigaciones posteriores llevaron a vincularlo con la manipulación genética humana, más que con una mutación natural de algún virus. Esto lo emparenta con otras pronosticadas ( y en algunos casos ya diseminadas) plagas mundiales, como el Virus del Nilo, el Sida y otros. Muchos de ellos, son cabal muestra de la relación entre los grandes laboratorios, la ingeniería genética con fines militares y .... el gobierno americano. Llama la atención la increíble impunidad con que los laboratorios farmacéuticos se mueven y cómo las leyes parecieran no estar hechas para ellos. Es probable que estemos en presencia de un "bio-terrorismo" sostenido por el Estado. El objetivo: reducir la población mundial, principalmente en los países del Tercer Mundo.

Esto parecería la teoría de un paranoico, si no hubiera estado esbozada, dicha y defendida por Henry Kissinger, National Security Advisor del Presidente Richard Nixon, en 1974, en el NSSM 200. Pero Kissinger no llegó a esta puesto por sí solo, sino que fue apadrinado por Nelson Rockefeller, cuya familia no sólo es dueña de la mayoría de los grandes laboratorios farmacéuticos americanos, controla gran parte del negocio del petróleo y los químicos, sino que, en un gesto de gran generosidad, pagó el edificio que las Naciones Unidas (directa superior de la OMS) tiene en Nueva York. Esta reducción poblacional que Kissinger propone ( y no pocos avalan en la Casa Blanca) es en favor de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y sus aliados. Abiertamente la dinastía Rockefeller se ha manifestado partidaria de la política de "despoblación", según lo aseguran en sus propias publicaciones, como la revista "Foreign Affairs". Pero en este caso, también incluyen a los norteamericanos para ser reducidos en un...50%.

Otros tiempos, otras guerras, fantásticos negocios





Para los expertos, las guerras a largo plazo, como la Segunda Guerra Mundial, dejaron de ser negocio hace tiempo. Producen más pérdidas que ganancias, y en pocos meses la gente se acostumbra a la idea del conflicto armado permanente y pierde el estado de pánico necesario para hacerla sumamente manejable y dócil por medio del miedo. Por eso, lo nuevo, la última moda, son las conflictos de guerra cortos: "Guerra a las drogas", "Guerra al Cáncer", "Guerra a la gripe aviaria", "Guerra al terrorismo". Este rubro de nuevos conflictos no sólo ofrece la posibilidad de una heterogénea composición (es lo mismo el cáncer que las drogas, la gripe aviaria que Saddam, Osama o quien sea) sino que conllevan un enorme manejo mediático para producir el efecto de pánico en el público necesario, movilizan mucho dinero en corto tiempo, sin demasiados controles, y, en general, nadie discutiría la necesidad de ellos, por lo cual, en muchos casos se aplica una metodología que puede rotularse con el conocido "el fin justifica los medios".

Pero regresemos a nuestra amiga, la gripe aviaria, responsable de la muerte de 65 personas en TODO el mundo en los últimos DOS años, según datos de la OMS. Si tomamos la misma fuente de información, descubrimos que cualquier otra cepa de gripe, enfermedad que ataca todos los años, produce, sólo en los E.E.U.U. 40.000 muertes, generalmente en personas con una salud ya comprometida. Se ha hablado hasta el cansancio en las últimas semanas del riesgo de una pandemia y se anuncian también vacunas contra un virus.... que aún no existe. Hasta la fecha, el contagio ha sido de aves a personas, pero no se ha dado (al menos oficialmente no se ha anunciado esto) el contagio de persona a persona que es lo que dispararía la pandemia. Una vacuna sólo puede fabricarse con el virus ya mutado, cuando la enfermedad sea transmisible entre los humanos. Por otra parte, la creación de una vacuna es un delicadísimo proceso de laboratorio, que lleva muchos meses, sino años, entre pruebas, ensayos, desarrollo, comprobar los efectos colaterales y secundarios, y finalmente, cuando ha sido aprobada (los trámites legales también llevan su tiempo) poner a punto la línea de producción de forma segura.

Ahora, frente a estos datos, cabe preguntarse ¿qué vacuna están ofreciendo los laboratorios? ¿o es que ya tienen, por alguna forma "mágica" el virus mutado? ¿no han informado que poseen esta cepa? ¿sobre esta mutación es que están encarando la fabricación de las vacunas? ¿o simplemente están vendiendo vacunas elaboradas sobre cepas viejas, no mutadas, es decir, de escaso valor para prevenir la enfermedad, lo cual implicaría una estafa en primer lugar a los gobiernos que han salido desesperados a comprar cualquier cosa que prevenga la enfermedad, y en segundo lugar a la población que está lo suficientemente asustada por la enorme teatralización mediática de este "brote"?

Esto en cuanto a las vacunas. Pero hay más. La OMS recomendó a los gobiernos prepararse para una eventual pandemia. Y siguiendo la ola de pánico armada por ellos mismos, con Estados Unidos a la cabeza, los principales países de la Unión Europea salieron a comprar el tan mencionado Tamiflu, droga que combate al gripe aviaria una vez detectada. Claro, es eficaz si se administra en los primeros estadíos de la enfermedad (que en su inicio no difiere mucho de otras gripes) y en personas que no tengan otras enfermedades ni consuman otros medicamentos. ¿cuántos podrían beneficiarse con el uso del Tamiflu? Pocos, muy pocos en un mundo en el que la enfermedad es negocio, por lo tanto, prolifera. El Tamiflu es una droga cuya patente pertenece a Roche, que sostiene un feroz litigio con Glaxo porque éste presentó en sociedad el Releza, droga de similares características al Tamiflu. También legalmente, ambos laboratorios tratan de dirimir a quién pertenece la patente de la supuesta vacuna contra la gripe aviaria humana que ambos dicen haber desarrollado.





Las Naciones Unidas y su subsidiaria la Organización Mundial de la Salud, no son ajenas a esta pelea de "negocios", habida cuenta del respaldo al menos moral (si es que un edificio como el de las Naciones Unidas en Nueva York puede considerase sólo un respaldo moral) que la familia Rockefeller les ha brindado a lo largo de los años y, claro, los intereses en la industria del fármaco de los generosos Rockefeller. Y su supuesta "inocencia" queda poco menos que sospechada tras sus apocalípticos anuncios, tan prestamente realizados, que impulsaron las ventas de fármacos en forma vertiginosa.

Los laboratorios que hoy se pelean por patentes, regalías y derechos tienen un pasado poco santo y ofrecen escasas garantías de ser los "salvadores" de esta "pandemia mediática". Merck, socio de Sanofi Aventis en la fabricación de la primera vacuna contra el cáncer de transmisión sexual, ha sido responsabilizado de favorecer la propagación del sida en el mundo con su vacuna para la hepatitis B (en esta operación, también la OMS es acusada de tener parte de la responsabilidad). Y Roche (Hoffman - La Roche) está acusada de fijar el precio mundial de las vitaminas en 1999 de forma arbitraria, como parte del cartel petroquímico/farmacéutico que forma junto a IG Farben Organization.

El alarmismo de las Naciones Unidas claramente favoreció a las multinacionales. La sola mención de una posible pandemia, que mataría a 150 millones de personas, llevó a los gobiernos a comprar en forma compulsiva cualquier cosa existente que pudiera sonar efectiva contra la gripe aviaria. Durante la primera mitad del 2005 Roche facturó unos 375 millones de euros por la venta de Tamiflu. En lo que va de este año, la cotización de los títulos de la empresa han subido en la bolsa más del 40%. Y las transnacionales que tienen las patentes de la supuesta vacuna (recordemos una vez más que, oficialmente el virus no ha mutado, es decir que la transmisión de humano a humano es imposible por el momento y que la vacuna efectiva podría fabricarse solamente sobre el virus ya mutado) Roche, Sanofi -Pasteur y Glaxo Smith Kline, piensan en las acciones judiciales entre ellas para ver quién se queda con la mayor parte de la torta, pero ninguna (tampoco ningún gobierno u organismo internacional sale a presionarlos o pedirles que lo hagan ) renuncia a las patentes en bien de la población mundial, si se diera el caso de la tan promocionada y mediatizada pandemia. Sospechosamente, para frutilla del postre a este mosaico de ambición y horror, durante la segunda quincena de octubre, la OMS pidió a cerca de 4.000 laboratorios médicos en 18 países que destruyan muestras de un virus de influenza (gripe) potencialmente letal que fueron incluidas inadvertidamente en un juego de pruebas de rutina. Según Klaus Stohr, director del programa de OMS para la gripe, en declaraciones a la BBC, "no hay ninguna persona afectada" pero " si se esparce, existiría el peligro que se desate una pandemia internacional". Esta cepa provocó la muerte de 4 millones de personas en el mundo en 1957, pero había sido controlada en 1968. Sólo había sobrevivido en forma congelada en los laboratorios. Hasta ahora, claro. De los 4.000 laboratorios avisados, sólo 61 están fuera de los Estados Unidos, la mayoría en Canadá.





Para Leonard Horowitz, médico, especialista en Salud Pública, en bio-terrorismo y emergencias por enfermedades, esta conducta de provocar una enfermedad para vender los medicamentos, una enfermedad potencialmente mortal, a una gran cantidad de personas tiene un nombre "iatrogenocidio". En caso de que finalmente la pandemia se produjera y que la causante fuera esta extraviada cepa de influenza, en vez de la gripe aviaria, sí están las vacunas. Pero habría que ver a qué precio. Por el momento, el tratamiento con el Tamiflu tiene un costo de 60 dólares por persona. Algo inalcanzable para aquellos países donde por políticas de colonización directas o indirectas las economías están quebradas y la mayor parte de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Los habitantes de estos lugares (obviamente, Tercer Mundo) son objetivos fáciles para esta política de "despoblación" mundial, para los experimentos de los laboratorios y los operativos mediáticos que acompañan estas guerras cortas.

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